Mi alma al descubirto N° 46
De nuevo noche desierta,
trae a mi memoria el dulce recuerdo de mi amado,
y sólo es una la vaga imagen,
y los ecos que salen.
Las noches volverán a ser,
aquellas sombras que me negaba ver,
aquellos gritos que despedazan almas,
es esta soledad que no persistí jamás.
El se fue sin arrepentimiento,
y yo, yo muriéndome de dolor lo liberté de este afligido encantamiento,
sola y con mil lágrimas al viento,
me preparo para este largo, y eterno invierno.
Soñar es tan mal hábito, hoy me lo prohíbo
porque el sueño y la ilusión,
Me hará hacen revivir algo apagado,
o quizá me hará hasta perder la razón por un amor inexistente
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