Mi alma al descubierto Nº 27
Mi cuerpo desmejorado, mis noches tenebrosas y frías, mi vida cerrada excluida de su lugar.
Mis días están contados con dedos frágiles y blancos, mi vida fatigada, mis pies agotados, protestan ya no quieren andar, tras tus huellas.
Mis ojos alucinados, en un vaivén de paso tímido, cansados de buscarte y no hallarte por temor se cierran con lagrimas.
Ya nunca más mi aliento volverá Mi aliento se dispersa, entre la bruma condensa, desde esta cosa acabada y muerta. Se eleva y escapa de con desesperación de esta cárcel oscura e inservible.
Mi corazón destrozado, destila gotas de dolor, obligado por mi cobardía sucumbe ante el silencio que anticipa esta tormenta. Me siento a esperar y observo la vida pasar, me siento a sentir el estallido, siento si aun siento tus besos
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